
25 de marzo de 2009
Insomnio

22 de marzo de 2009
Potomac

2 de marzo de 2009
Nieve

Dos días antes de emprender mi aventura yankee, me robaron el iPod entre el jaleo de las rebajas de Madrid. Era increíble que nunca antes me hubiera pasado algo así, tras 23 años con el bolso semiabierto y los bolsillos descuidados. Consecuencia: ni una canción en mis oídos durante el largo transatlanticism. Indescriptiblemente duro. El régimen acústico duró todavía un mes más, el que tardé en encontrar el tiempo para comprar uno nuevo. Sobreviví a base de ruidos de la calle, de oh my gods exclamados entre Blackberrys, de megafonía del metro. Y mis oídos, acostumbrados a la forma del casco e indignados por semejante dieta, salivaban pensando en un rectángulo plano que almacenase horas y horas de música.
Por fin, el régimen acaba y, dispuesta a restablecer mi rutina sonora, pulso play segundos antes de abrir la puerta de casa. El piano toca los primeros acordes de The Scientist, al tiempo que aparecen ante mis ojos docenas de minúsculos copos de nieve. Nunca había visto copos tan pequeños. No creo que, si alargara la mano, sintiera siquiera su tacto al caer. La nieve cae al compás de las notas, y me hace sonreír. Siempre lo ha hecho. I have to find you, tell you I need you. Las aceras blancas que, en un barrio de casas unifamiliares, nadie se ha molestado en despejar, me recuerdan la nevada con la que me despedí de Madrid. Tan diferente el entorno y, sin embargo, tan parecido. Tan poco tiempo y, sin embargo, tan lento. Nobody said it was easy.
The Fox in the Snow - Belle and Sebastian