16 de julio de 2009

Texto


A veces pienso que me pasaría en cualquier sitio, que sólo es fruto de la rutina. De recostarme sobre el mismo respaldo, introducir las mismas claves, perseguir la misma inmediatez con la que ayer hablaba de un hoy que ahora ya no es importante.

Pero dudo que se trate de eso. Las ganas de escribir, algo aletargadas, piden con más fuerza que nunca concretarse, esquivar los abrumadores torrentes de datos para proyectarse en historias diferentes, que signifiquen algo para alguien.

Y aún así, las palabras en la pantalla se alejan de las de mi mente. Echo la culpa al mes abreviado en el editor de texto, a las cuatro líneas de rigor. No te pases nunca de setenta, y no mandes treinta, que son demasiado pocas. No le des tantas vueltas, los perfeccionismos se pelean con las prisas. Precisión máxima en los entrecomillados, en cada párrafo un sinónimo de afirmar.

Quizá debería bastarme con poder escribir. Crear contrastes en blanco y negro, reducir los márgenes, reservar una pequeña libreta en el bolsillo y, poco a poco, línea a línea, seguir matando el vicio de crear.

La contradiction - Coralie Clément

3 comentarios:

  1. La idiosincrasia de una agencia es alienante y jode más la creatividad que cualquier otro periodismo conocido. Por eso cuando todo dios mira para otro lado, cuando los millones de lectores y devoradores de lo inmediato tuercen la cara, nosotros nos ponemos a teclear para encontrar cualquier cosa que escupir y perder en el tiempo. Y, a menudo, tendemos a encriptar los significados y a jugar con las formas. Supongo que todo esto se trata de jugar, o no, tal vez no se trata de nada y gastamos mil hojas en hablar sobre ello. En cualquier caso, el verano no es la estación idónea para matar este vicio tan particular y tan infravalorado.

    Un besito, pequeña. ;)

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  2. No lo podría haber expresado mejor, pequeño... Echaba de menos tus incursiones en la blogosfera, me ha gustado el último post. Una pena que no pueda comentarte ya! Un besazo trasatlántico.

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  3. Qué bien te entiendo... Yo trato de emocionarme con la rara tarea de tratar de esconder en la decisión del orden de las líneas lo que no puedo gritar explícitamente..

    Ánimo con ello, y un saludo de una desconocida que también mira ese editor,

    lch ;)

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