13 de enero de 2009

Pre-impresionismo



Lo malo de empezar una nueva vida en Estados Unidos es que no hay exotismos que valgan. Tenemos sus productos hasta en la sopa, consumimos la cultura que nos venden, nos sabemos la vida y milagros de sus famosos y vivimos determinados por sus movimientos políticos. Todo el mundo ha visto tantas películas ambientadas en sus ciudades que resulta difícil sacudirse esas imágenes grabadas en el cerebro a la hora de lanzarse por primera vez a sus calles.

Mi primer paseo ha sido el de la turista desorientada e impaciente, la que aún no sabe bien dónde se encuentra pero quiere certificar, desde los primeros vistazos, si todo es como lo imaginaba. Si hay tantos puestos de comida rápida, si hay más banderas que edificios por manzana, si la gente bebe café en un vaso de cartón sin despegarse del móvil, si la policía está por todas partes, si todos los autobuseros son negros...

Y me ha sorprendido no sorprenderme; comprobar que, salvo algunas exageraciones, la que se encuentra ante mí es una realidad a medida de los tópicos. Una realidad aún plana, eso sí, con tantos matices por añadir y peculiaridades por comprender, pero al fin y al cabo una realidad, una certeza más familiar de lo que me esperaba.

La calle Connecticut, amplia y llena de tiendas, me resulta impersonal. Sus altos edificios de oficinas contrastan con casas mucho más bajas, en las que hay bares y exclusivos locales nocturnos que ahora quedan camuflados, en una mezcla que parece de cartón piedra, de decorado de película de ejecutivos agresivos.

Tras la cuenta en el banco y la búsqueda inútil de un supermercado, un timo para comer (medio sándwich y una mini ensalada, 7,50 dólares) y un primer café americano pausado, reposado... y de pésimo sabor.

Suddenly Everything has Changed - The Flaming Lips

9 comentarios:

  1. Hace cuatro años, un hispano angelino me habló sobre los institutos estadounidenses. Yo le preguntaba si eran 'tal que así', como en las películas, con sus 'nerds', sus animadoras y sus capitanes chungos de fútbol americano.

    Me sorprendió mucho que confirmara todos los tópicos fílmicos, el sectarismo (triunfador/fracasado) estadounidense en todo su esplendor.

    Tal vez los 'nerds' no sean tan 'nerds', ni las animadoras tan monas, ni los capitanes tan chungos; pero, al fin y al cabo, me explicó una realidad "más familiar de lo que me esperaba".

    Te echamos MUCHO de menos, leñe.

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  3. Da igual Washington que Bruselas que Madrid... todos los sitios somos nosotros mismos...

    Deberías actualizar más a menudo!
    (Aunque supongo que debes estar muy ocupada, jejejeje...)

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  4. Que sepa usted que Noel y yo nos dimos el otro día un paseazo buscando "The American Taste", una tienda de comida americana. Nos volvimos con un paquete de Macoroni and Cheese y un bote de bolitas de queso "Tasty Cheesy Ballz" marca Tesi Bon que te recomendamos encarecidamente.
    Mientras nos perdíamos por calles de Madrid y nos helábamos de frío, pensábamos: La cabrita de Lucía no tendrá más que bajar a la tienda de debajo de su casa, que tendrá todo esto y mucho más barato que aquí.
    Bebe también Welchs de sabor de uva, ¡riquísimo!

    Ains...pequeña... el otro día también me acordé de ti, porque Noel me llevó a un lugar en Manuel Becerra llamano no sé qué Little Bruxelles... Perritos super ricos a un euro y patatas belgas marca Lutosa... Pequeñita, estás muy presente...

    Hoy a las 15h, sale Alba hacia las Amércias...


    Ains...

    Ains...

    AI MIS IU SOU MACH TÚ!

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  5. Hola Lucía, sí, eso bien me contó una amiga, que por América anduvo varias veces, en sendos periodos vacacionales largos. Todo lo americano sabe a lo ya conocido por todos, y te puede traer buenos recuerdos de tus películas favoritas o caer en los tópicos simples y extraños. Pero en cualquier caso, esa familiaridad te puede ayudar para andar por casa, al menos en tus primeros días, aunque entre la realidad y la ficción, pero al menos por algo conocido. Sinceramente espero que encuentres el sabor auténtico de lo que se viva allí, que seas capaz de cerrar los ojos con confianza algún día por las calles y decidir hacer algo totalmente inesperado y sorprendente. O al menos conformarte con echar de menos a los tuyos tan sólo dulcemente, con la certeza de que estarán ahí siempre, porque siempre estuvieron.
    No se..... la melancolía me invade y soy capaz de escribir cualquier cosa.... hasta algo coherente. Siempre te deseo lo mejor, porque tú en eso has sido muy generosa conmigo, aún en nuestra relación siempre a distancia................ y casual, pero siempre cargada de buenos deseos, y por ello, te agradezco mucho, tanto, no se... tanto que seguro que cuando vuelva a leer esto me avergüence. Mañana es un día crucial para mi o se supone que lo debería ser, pero ni me importa, no soy capaz de afrontarlo con consciencia, yo como siempre, subida en mi nube de ideas no formuladas.

    Te quiero y me gusta como escribes, sigue adelante

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  6. jushita, siento si estropeo lo precioso que es tu comentario, pero estoy devanándome los sesos para averiguar quién eres... Por favor, identificaos, que sabéis que soy un desastre... Suerte igualmente con tu día crucial mañana, y mil gracias por tus palabras.

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  7. Wapa!!! Me encanta tu blog, cómo describes todo aquello. A ver si lo actualizas y nos cuentas más, que me tienes en ascuas!!!

    Muassss

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  8. Aunque digas que todo es conocido, son los detalles los que marcan la diferencia. Fíjate, sinó, en los cuadros impresionistas: ante una amalgama de colores, cada ínfima pincelada, que por si solo no significaría nada, adquiere un matiz diferente cuando se junta con esa gotita de amarillo, esa poncelada de azul, ese medio tono rojo, esa fina línea verde.
    Espero que con DC te pase lo mismo, petita. Pero a la inversa. Que en ese paisaje que tu ves, tan igual y tan parecido a lo que esperabas y llevas esperando, te acerques, sin pasar la cuerda de seguridad, y te fijes si ese azul que veías en conjunto no es en realidad la unión de dos pinceladas, una verde y otra amarilla. Y ver si el artista la hizo de arriba a abajo o de abajo a arriba. Y seguir cada pequeño detalle, por mínimo que sea. En parte, también es la función del periodista, no?
    Y, además, has podido degustar de primera mano el café americano. Con esas rosquillas grasientas y esos bollos rellenos de chocolate y colesterol.
    Sigue escribiendo, princesa.

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